Carisma de la Madre

Nuestro Carisma fue infundido por el Espíritu Santo, en el corazón de María del Transito Cabanillas...

Nuestro Carisma es vivido en cuatro notas esenciales:

Silencio

Experiencia que se da en la soledad e intimidad con el Señor, inclinando el oido de nuestro corazón con el deseo de escuchar y obedecer la voz del Hijo de Dios. El Silencio se abre a la CONTEMPLACIÓN, es decir, a la mirada tierna y emocionante de la mano de Dios entre nosotros.

Oración

Que es diálogo con Dios desde la Palabra comunicada a nosotros en la Santa Biblia y que, dóciles a su Espíritu nos ayuda a discernir lo mejor, lo que agrada al Señor entre las múltiples propuestas que nos hace el mundo. Así, la escucha atenta, el discernimiento evangélico personal y comunitario podemos ser fieles a los valores esenciales de Jesús y del Carisma franciscano-transitiano comprendiendo las expectativas del mundo y afianzando la COMUNIÓN entre hermanos.

Penitencia

Es el itinerario franciscano que nos lleva a la conversión, es decir, a tener el corazón vuelto al Señor, alejando todo impedimento o preocupación para servir, amar, honrar a nuestro Dios y comunicar a los hermanos en la MISIÓN la Buena Noticia de salvación.

Alabanza

Expresa el gozo de ser hijos de Dios. Es la manifestación de correspondencia y gratitud a su amor a través de una vida en SANTIDAD. Pues somos enviados al mundo entero para que de palabras y de obras demos testimonio de su voz y hagamos saber a todos que no hay otro omnipotente sino El.



Fiel al Divino Esposo.
Sedienta de Santidad
Devota de la Sma. Virgen
Fervorosa en la oración y alabanza
Obediente y mortificada
Positiva y sincera
Misionera y misericordiosa
Agradecida a la Divina Providencia.

Libro del Carisma

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